El primer condenado a muerte que se salvó por su ADN

El miércoles, 27 de noviembre de 2013 0 comentarios
Lo que finalmente ayudó a Bloodsworth y le permitió salir de la cárcel fue una práctica que en los últimos años se ha vuelto común, pero en su momento era una rareza: la comparación de muestras de material genético.

En 1993, Bloodsworth se convirtió en la primera persona en Estados Unidos en ser condenada al callejón de la muerte y luego liberada con base en su ADN, si bien para ese entonces su condena había sido sustituida por dos cadenas perpetuas consecutivas.
Su caso se volvió emblemático, ha sido el personaje de libros y entrevistas y hasta existe un programa en su honor, parte de una ley de 2004, para ayudar a sufragar los costos de las pruebas de ADN que se realizan tras una condena.
Bloodsworth habló con BBC Mundo sobre su esfuerzo por eliminar la pena de muerte, sus momentos más dolorosos en prisión y cómo no pasa un día sin que piense en todo lo que tuvo que soportar.

Bloodsworth, quien estaba recién casado cuando fue arrestado a sus 23 años, dice que fue un libro el que le salvó la vida.
Como bibliotecario de la cárcel, pasaba mucho tiempo tratando de leer todo lo que cayera en sus manos: periódicos, tratados, casos judiciales. Cualquier cosa que pudiera ayudarle a demostrar su inocencia luego de que fuera condenado por el crimen de la pequeña Dawn Hamilton con base en testimonios de testigos.
En ese tiempo en prisión conoció un libro del escritor Joseph Wambaugh que detalla cómo el ADN había sido utilizado para arrestar al culpable de un crimen en Reino Unido.